Rey del mar
Érase una vez un rey sabio que portaba un caracol como corona, el rey observaba el infinito pasar mientras permanecía apacible en el fondo del mar al que llamamos incertidumbre. El mundo en la superficie camina con velocidad sin un momento para pensar, pero él seguía su paso lento sin ceder a la presión de los humanos, porque para ellos no había tiempo de contemplar el canto de las sirenas. El mar era su reino y el tiempo no era problema.