Poseidon, bronze sculpture with the strength of the sea – Germán Arzate Garza
Poseidón fue una de las primeras y más importantes esculturas de bronce que yo realicé. Desde siempre he sido un gran amante del mar y de toda la mitología alrededor. Y siempre he relacionado la fuerza que lleva el mar con la manifestación de esta fuerza en un dios tan imponente como impresionante como lo es Poseidón.
Para mí, Poseidón marcaba la fuerza, la tendencia y la autoridad en una escultura de bronce.
Realizar Poseidón fue un reto precioso, mi propósito era lograr la simbiosis entre hombre y naturaleza, pez y ser humano, agua y tierra. De ahí salió la idea y la fuente de esta escultura de bronce.
Más que tributo al dios, es al agua, a la fuerza, al humano y a los animales que habitan el agua.
De ahí que sea pez y humano al mismo tiempo, que sea una especie dual.
Durante el proceso de la creación de Poseidón, la conceptualización fue muy importante desde el inicio. Quería que la escultura en bronce, tuviera un báculo, y tuviera la fuerza de años recorridos, que represente en su posición una manera de decir: “aquí estoy, presente y alerta”.
La posición de alerta, la forma de girar el cuerpo para dirigirse al infinito con mirada intensa y retadora la hace una escultura en bronce fuerte para alguien con el poder y el reconocimiento. Alguien que tenga la guía como don y supiera el rumbo que quiere. Eso no es fácil de encontrar.
Es por eso que Poseidón lleva la fuerza del mar por dentro, es una escultura en bronce con épica porque conlleva ir hacia adelante y con fuerza.
Emociones como esas se transmiten para gente que domina su terreno y domina lo que hace.
Gente que es líder y dice para dónde.
Para mí, Poseidón puede ejemplificarse en tu día a día. Se ve en cómo llevas tu liderazgo y hacia dónde vas, tu rumbo. Si tuviéramos por lo menos el 1% de la fuerza del mar dentro de nosotros sería de una intensidad como la que esta escultura de bronce lleva implícita.
El tiempo de realización de esta escultura fue alrededor de un par de meses. Tardé más en darle ese giro, esa posición.
Está de alguna manera listo, viendo atento, alerta. Bien podría estar a lado de un faro, como una pieza majestuosa indicando el rumbo a todos los barcos o podría estar en la entrada de una mansión fuerza dominancia, de alguien presente.
La escultura en bronce de Poseidón tiene una serie de emociones que quise plasmar en un tamaño adecuado para poder estar a la entrada de cualquier lugar. No rebasa el metro y sería una poderosa pieza de entrada, de recepción; siempre a la cabeza marcando la tendencia y el rumbo. Realizar me ha llenado de mucho goce y es de mis esculturas de bronce favoritas.
German Arzate, escultor.